Airbnb no se está prohibiendo; se está regulando. los afectados serán los que no puedan cumplir las normativas.
Desde este mes en adelante, Nueva York pondrá en vigencia una ley que limita el alquiler a través de Airbnb. Este asunto despierta un gran interés, ya que afecta a una amplia audiencia. No solo se debe a que muchas personas han utilizado esta plataforma y la medida tomada en la Gran Manzana podría influir en su funcionamiento en otras partes del mundo, sino también porque esta decisión es una respuesta a las preocupaciones de los ciudadanos acerca del impacto de Airbnb en los precios de los alquileres en la ciudad.
La nueva Ley 18 establece que los anfitriones de Airbnb deben registrar sus viviendas en la Oficina de Ejecución Especial del ayuntamiento de Nueva York antes de poder alquilarlas. El proceso de registro ha sido calificado como complicado por algunos usuarios. Además, la nueva normativa prohíbe el alquiler de apartamentos enteros por menos de un mes en edificios que no estén autorizados para fines turísticos. Aquellos que no cumplan con estas regulaciones se enfrentarán a sanciones que podrían llegar hasta los $5,000 dólares. Sin duda, Airbnb nunca será lo mismo en Nueva York para algunos, pero para aquellos que se ajusten a las nuevas normas, podría representar una noticia positiva, ya que la demanda podría aumentar mientras la oferta disminuye.
Aunque Airbnb alega que aproximadamente el 80% de sus principales mercados en todo el mundo ya tienen algún tipo de regulación, la implementación de medidas tan restrictivas en una ciudad de la magnitud de Nueva York es un asunto relevante para la empresa. En una carta enviada a los anfitriones de la ciudad, Airbnb calificó las nuevas reglas como “punitivas y costosas” y afirmó que exceden cualquier regulación que exista en otras ciudades.
Es evidente que, en caso de que estas medidas tengan éxito en Nueva York, podrían sentar un precedente en la regulación de plataformas similares en otros lugares del mundo. Por lo tanto, no es sorprendente que, después de conocer esta noticia, se hayan alzado voces en otras ciudades solicitando medidas similares.
Los temas de los “nómadas digitales” y la “gentrificación” han estado en el centro del debate en la ciudad de Medellín a lo largo de todo el año. Según los datos de AirDNA, una plataforma de estimación basada en datos de alojamiento, el número de habitaciones disponibles en Airbnb en la ciudad se ha más que duplicado en los últimos dos años. Tan solo el año pasado, Medellín recibió 1,4 millones de visitantes, una tendencia que parece que continuará mientras la ciudad siga siendo uno de los destinos más atractivos en América Latina para los “nómadas digitales”.
Por un lado, gran parte del aumento en los precios de alquiler en la ciudad se atribuye a la escasez de oferta de viviendas, en lugar del incremento en la llegada de extranjeros. De acuerdo con las estadísticas de licencias de construcción del Dane, en Medellín se ha estado construyendo la misma cantidad de metros cuadrados de vivienda durante los últimos 15 años, a pesar del crecimiento económico y demográfico experimentado en las últimas décadas. Ciudades como Cali, Bucaramanga, Cartagena y Pereira han otorgado más licencias para la construcción de viviendas que Medellín desde 2015. Por lo tanto, atribuir exclusivamente al turismo el aumento de los precios de los alquileres es inexacto.
Sin embargo, por otro lado, no existe una evidencia concluyente que respalde la idea de que las medidas implementadas en Nueva York para reducir los costos de alquiler sean efectivas en esa ciudad o en cualquier otro lugar. A pesar de que algunos estudios sugieren una relación entre el aumento de las ofertas de Airbnb y el incremento de los precios de alquiler, una revisión de 34 estudios en 37 ciudades diferentes realizada por la Universidad CEVRO muestra que Airbnb no aumenta los alquileres en más del 2%.
En resumen, regular Airbnb de manera drástica podría tener un impacto limitado en la reducción de los precios de alquiler, pero seguramente frenaría la inversión y el impacto económico positivo que los proyectos inmobiliarios de este tipo están generando en la ciudad. Las ciudades deben observar cuidadosamente los efectos de las medidas implementadas en Nueva York. No obstante, en lugar de apresurarse a aplicar regulaciones con evidencia limitada de eficacia, deberían enfocar sus esfuerzos en la construcción de más viviendas, una tarea crucial para el próximo alcalde de Medellín.
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